Una nube de partículas doradas cubre todo y todos en el área, cegando a las criaturas y volviendo visible el contorno de las cosas invisibles mientras dura el conjuro. Todo lo que hay en el área queda cubierto por el polvo, que es imposible de quitar, y continúa brillando hasta desaparecer. Cada asalto al final de su turno las criaturas cegadas pueden intentar nuevas salvaciones para acabar con el efecto de ceguera.
Cualquier criatura cubierta por el polvo sufre un penalizador -40 a las pruebas de Sigilo.